El aire que respiramos
EL PROGRAMA EDUCACONT YA ESTÁ EN MARCHA EN NUESTRO CENTRO.
Mientras la estación registra datos de los sensores, nosotros investigamos las causas fundamentales de los contaminantes que detecta y sus consecuencias para la salud.
Sabías que...
El dióxido de nitrógeno es un gas pardo-rojizo, no inflamable y tóxico que se genera de forma natural en procesos biológicos de suelos, en las tormentas, y por oxidación de monóxido de nitrógeno natural. En las zonas urbanas la principal fuente es la oxidación incompleta del nitrógeno atmosférico en los motores de combustión interna, y por ello, en dichas áreas los automóviles y en especial los motores diesel son los principales culpables de las emisiones de este contaminante. Los principales problemas que ocasiona están relacionados con el sistema respiratorio; inflamación en las vías respiratorias y dolores respiratorios agudos cuando las concentraciones son superiores a las normalmente encontradas en la atmósfera.
Según la normativa la concentración de dióxido de nitrógeno no debe superar los 200 microgramos por metro cúbico (µg/m3) en una hora y este valor no deberá superarse en más de 18 ocasiones por año civil y, el valor límite anual para proteger nuestra salud está fijado en 40µg/m3.
Nota: los valores límites establecidos por la normativa están basados en conocimientos científicos, con el fin de evitar , prevenir y reducir los efectos nocivos de estos contaminantes sobre la salud humana y el medio ambiente. Datos obtenidos del Ministerio para la transición Ecológica. Documento "Evaluación de la calidad del aire en España". Edición 2018
Mientras la estación registra datos de los sensores, nosotros investigamos las causas fundamentales de los contaminantes que detecta y sus consecuencias para la salud.
Sabías que...
El dióxido de nitrógeno es un gas pardo-rojizo, no inflamable y tóxico que se genera de forma natural en procesos biológicos de suelos, en las tormentas, y por oxidación de monóxido de nitrógeno natural. En las zonas urbanas la principal fuente es la oxidación incompleta del nitrógeno atmosférico en los motores de combustión interna, y por ello, en dichas áreas los automóviles y en especial los motores diesel son los principales culpables de las emisiones de este contaminante. Los principales problemas que ocasiona están relacionados con el sistema respiratorio; inflamación en las vías respiratorias y dolores respiratorios agudos cuando las concentraciones son superiores a las normalmente encontradas en la atmósfera.
Según la normativa la concentración de dióxido de nitrógeno no debe superar los 200 microgramos por metro cúbico (µg/m3) en una hora y este valor no deberá superarse en más de 18 ocasiones por año civil y, el valor límite anual para proteger nuestra salud está fijado en 40µg/m3.
El monóxido de carbono (CO) es un gas incoloro, inodoro e
inflamable, algo más ligero que el aire. Se produce por la combustión incompleta del carbono presente en los combustibles. Las fuentes más importantes de este gas en las ciudades son los coches y
calefacciones de viviendas, se ha comprobado que cuando aumenta el
tráfico aumenta la concentración de monóxido de carbono en el aire.
El CO penetra en el organismo a través de los pulmones, y puede provocar una disminución de la capacidad de transporte de oxígeno de la sangre pudiendo provocar fallos cardiacos, daños en el sistema nervioso, dolor de cabeza, mareos y fatiga. Contribuye a la formación de gases de efecto invernadero.
El valor límite no debe superar los 10mg/m3 en un día.
Las partículas en suspensión presentes en el aire ( polvo, cenizas, partículas metálicas, partículas del suelo, polen,...) se pueden dividir según su tamaño en dos grupos, partículas iguales o inferiores a 10 µm llamadas PM10 y partículas iguales o inferiores a 2,5 µm denominadas PM2.5.
Estas partículas permanecen de forma estable en el aire durante
largos periodos de tiempo, pudiendo ser trasladadas
por el viento a grandes distancias.
La concentración de partículas PM2.5 en el aire es debida fundamentalmente a las emisiones de los motores de vehículos y las emisiones mecánicas debidas al desgaste de ruedas, pavimento, etc. Debido al pequeño tamaño de estas partículas los efectos sobre la salud son muy graves, se pueden acumular en el sistema respiratorio provocando el aumento de enfermedades respiratorias.
Valor límite desde el 1 de enero del 2020, a partir del cual pueden aparecer efectos negativos para la salud por exposición prolongada a PM2.5 está establecido en 20 µm/m3 anual.
Comentarios
Publicar un comentario